domingo, 13 de noviembre de 2011

Diploma Bodas Isabel 2011



Dicen que mas vale tarde que nunca.

lunes, 17 de octubre de 2011

Programa Luna 2011







martes, 27 de septiembre de 2011

Jornadas de Luna 2011



lunes, 26 de septiembre de 2011

Partida de Diego 2011



martes, 30 de agosto de 2011

Peracense 2011 en Antena Aragón

viernes, 8 de julio de 2011

Anento 2011



Casa de Anento Asociación cultural

IV JORNADAS MEDIEVALES DE LA VILLA DE ANENTO-23 Y 24 DE JULIO-

Anento rememora por cuarto año La Guerra de los Dos Pedros

El próximo fin de semana del 23 y 24 de julio el pintoresco pueblo de Anento revivirá el acontecimiento histórico más importante de su historia: La Guerra de los Dos Pedros (Pedro de I de Castilla y Pedro IV de Aragón).

Concretamente, los hechos que serán representados en toda la localidad ocurrieron en el año 1357.

El pueblo de Anento fue incendiado por las tropas castellanas de Pedro I, obligando a sus habitantes a refugiarse en el Castillo que domina el término. Los anentinos, ayudados por las tropas aragonesas de Pedro IV de Aragón, lograron defender el castillo con gran honor, como se ha demostrado documentalmente.

Durante todo el fin de semana tendrán lugar multitud de actos en un ambiente completamente medieval. Todo el pueblo se volcará en las demostraciones de oficios, en el desfile de tropas con antorchas por las calles del pueblo, en la gran cena medieval o en la subida al castillo.

Hay que destacar el III Encuentro de Grupos de Recreación Medieval, al cual acuden casi 100 medievalistas. Como pueden ser (Fidelis Regi, Gordobordon, Pepin Banzo, Aswan, etc.)

Anento destaca por su trazado medieval, con todas sus calles empedradas. Sus edificios más representativos son: el Castillo, situado sobre lo alto de la villa y rodeado de un extenso pinar; y la Iglesia Gótica, recientemente restaurada, que conserva pinturas murales del siglo IV y un magnífico retablo del pintor aragonés Blasco de Grañen.

IV JORNADAS MEDIEVALES DE LA VILLA DE ANENTO

Lugar: Anento. Comarca Campo de Daroca. Provincia de Zaragoza

Fechas: Días 23 y 24 de julio.

Horarios de actuación: Programa en preparación

MÁS INFORMACIÓN

Asociacion Casa de Anento: http://www.casadeanento.es.tl/

miércoles, 22 de junio de 2011

Peracense 2011



Castillo de Peracense, día tercero de las nonas de agosto del año de la Encarnación del Señor de mil y doscientos once.
Si alguna vez la Parca tejió sus hilos con saña, yo os digo, por Dios vivo, que ésta parece ser la ocasión. Nos alcanzan tiempos preñados de dolores y parecería que bajo los pies de nuestro señor rey, don Pedro de Aragón, se esconde la piedra armera de todas las iras y amenazas.
En tanto que tales augurios se ciernen sobre todos nosotros, la mesnada real y aquellos ricoshombres que tienen sus honores por el rey don Pedro, se baten, con las tropas de los concejos más próximos, contra los muros de Balaguer, pues don Pedro busca retornar el condado de Urgell a su legítima señora. ¡Más le valiera encontrarse en otra parte y no luchando contra los suyos!
Bien cerca de allí, al otro lado de la blanca muralla, la jauría del Papa romano muerde, una a una, las plazas de los deudos del rey en Occitania. Bram, Minerva, Terme, Cabaret, Lavaur y muchas otras villas y ciudades han sido pasadas a sangre y fuego por el malhadado Simón de Monfort, mientras los buenos vasallos de don Pedro han ardido en piras humeantes por el miserable celo del rencoroso abad de Citeaux, mano, y legado ahora, del Santo Apóstol. ¡Hasta con Tolosa se han atrevido pero, loado sea el Cielo, sus fuerzas no han sido tantas!
Del sur llegan noticias que se lamentan de como el Miramamolín, ese falso profeta de la secta de los almohades, ofendido en su fe por la pérdida, el pasado verano, de Ademuz, Castelfabib, el Cuervo y Sertella a manos de nuestro valeroso señor rey, se halla, después de atravesar el mar con innumerables galeras, taridas y leños, sobre los lindes de Castilla, cercando la fortaleza de Salvatierra, último bastión de la Fe. Si la toma, nadie podrá impedir que arribe hasta Zaragoza, Barcelona y los Pirineos, tal y como amenazó a nuestro buen rey en su osada y desafiante carta.
¡Ojalá, Nuestro Señor Dios hunda a los enemigos en la confusión y disperse sus ejércitos a los cuatro abismos del mundo!
Pero, aun con ser éstas amenazas tan terribles, mucho más doliente y pesarosa es la desafección de tantos ricoshombres, mesnaderos y vasallos de toda condición, que como buitres ven llegado el momento de arrojarse, en propio provecho, sobre los futuros despojos.
El aire está espesado ahora de palabras sediciosas, oscuras arterías y velados propósitos de traición. Muchos se muestran, amagados en secreto, dispuestos a juramentarse contra el rey y, pretextando bien común, hurtarle el cetro de la mano con tal de poder manejar el reino a su egoísta antojo. De ahí que, de todos éstos, sean ya muchos los que tornan sus ambiciosas miradas hacia don Rui Ximénez de Urrea, pues saben bien que este orgulloso señor se halla en franca y abierta rebelión desde que, el año pasado, desoyendo el mandato directo de don Pedro, negó la entrega de Peracense a su legítimo tenente, don Ximén Cornel, el Viejo, amigo y consejero del señor rey.Y ahora, ahora dicen que algunos de los más altos señores del reino y de los condados, con una u otra excusa, han partido del cerco de Balaguer y marchan, a uña de caballo, hacia Peracense, convocados por don Rui…
Así pues, la siniestra y tejedora Parca anuda, con maestría y delectación, los hilos de un negro destino sobre la roja y altiva torre del igualmente rojo y enriscado castillo de Peracense…
¡Dios nos ayude a todos cuantos deseamos la ventura del rey y el provecho del reino!




Quae cum ita sit, fratres, pro salvatione regni, rogate nobiscum: Omnipotens et misericors Deus, qui superbis resistis, humilibus autem das gratiam, digna tibi laudum preconia et devotas gratiarum referimus actiones, quod antiqua innovando miracula, ex iustitiae causa, gloriosam concederis victoriam de perfidis gentibus regno Aragonum: te suppliciter exoramus ut quod mirabiliter incepisti misericorditer prosequaris ad laudem et gloriam nominis tui sancti, quod super nos famulos tuos fideliter invocatur. Per Dominum nostrum, et cetera.