lunes, 27 de diciembre de 2010

Crónica de la Marató 2010

CRÓNICA DE LAS AGOTADORAS JORNADAS QUE LAS TROPAS D'ARAGÓ, CATALUNYA ET LA RIOIIA PASSARON EN LAS TIERRAS DE VILAFRANCA DEL PENEDÈS, DE LOS MUCHOS TRABAXOS QUE EN ELLAS SE FIZIERON, DE LAS GRATAS HORAS QUE SE PASSARON ENTRE CHANZAS E CANZIONES ET DE UN GLOBO MENTOLADO ET UNA CASTANYERA QUE POR ALLÁ VOLARON...

a mès a mès de muytas otras fazañas que serán contadas, como quiere el hábito, por maese Enrique de Çaragoça, monje benedictino et Cronista Maior de la Hueste Fidelis Regi, que a ellas assistió et muyto las disfrutó.

In nomine Patri, et Filii, et Spiritu Sancti. Amen.

PRIMERA JORNADA
L'arribada al campament.

¡Jesús bendito e misericordioso, cómo es passat el temps desde la útlima vegada que las tropas de Aragón y Catalunya fizieron juntamiento cuando lo de Moyuela, por non dezir los doce meses que eran transcurridos desde la última ocasión que la hueste de admirables camaradas de Arcoflis nos convocasse en tierras del Condado de Barcelona por lograr donativos para la noble causa de la Marató! Grandes e aún tremebundas eran las ganas queste viejo escribano había de vestir sus sayales, tomar sus cálamos e narrar las peripecias de los guerreros de la Corona en otro de los no suficientemente abundantes eventos que jalonan su geografía i el tiempo que los separa.

Nuevamente eran convocadas, pues, las mainadas aragonesas a la Marató por nuestros anfitriones de la hueste de Arcoflis, que recordarán mis lectores cómo el passado anyo la lluvia (injustamenbte achacada a las malas artes de Maese Pistachito) et otras negras historias de brujas gloriosa e afortunadamente fenecidas deslucieron el evento, de modo que haciendo punto e aparte, et con buenos ánimos e desseo de que en aquesta ocasión nos respetasen las malditas nubes durante al menos tres jornadas, salieron de la ciudad de Çaragoça los mesnaderos de Fidelis Regi y de ACHA camino a Vilafranca, cada uno por su lado, mas de tal manera que este monje escribano de razión, non fiándose de las hechuras de su equino blanco que tantos disgustos le diese el passado anyo, fizo apuntamiento con maese Javier Polo, maese Pero Maça et don Assalit de Gúdal, recoxiéndole el primero con su flamante e capaz cabalgadura en las afueras de la ciudad del Ebro e partiendo luego todos muy contentos camino al Principado apenas una hora passada la de nona, mientras nuestros camaradas don Atho de Foces, donna Rocío Bruna e don Pero de Ahones abrían camino poco tiempo antes e don Ximen Cornel et mio señor don Ruy Ximénez de Urrea partían horas después, aquesta vegada sin la companyía de donna Ana de Luesia, que quedaba en sus posesiones de La Muela con graves quebrantos de salud en compañía del fiel Ibn y de la rabia contenida por non poder acompanyar a la hueste en su nueva aventura.

Partimos, dezía, mas antes de tomar el Camino Real hacia la Catalunya fizimos un alto en la villa de Alfajarín por recoger en los talleres de maese Fernando Abad una saya encordada que don Pero Maça habíale encargado tiempo atrás. Recoxida et pagada la saya -que era en verdad muy linda e bien cosida, aunque sin las cintas de tela para ceñirla que se le habían pedido al maestro teixidor- e habiéndose probado maese Pistachito de Gúdal unas lucidas manoplas que a la postre non mercó por non hallarlas de su agrado, volvimos a montar todos los cuatro mesnaderos en el carro de maese Polo e partimos ya directamente hacia nuestro destino antes de que se congelase el infierno.

Mas non crean mis fideles lectores que el viage iba a ser miel sobre hojuelas, que andaba el escribano algo descompuesto de las sus extensas asaduras et a la altura de Montblanc fue necesario fazer un alto en el camino en un fondaco de la calzada para aliviarse el monje et tomar un refrigerio sus acompañantes, que la noche era caída a temprana hora -como suele en el otoño tardio- et apetecía el cuerpo de infusiones e cafés calientes que lo templasen. Fecho lo cual, en compañía de las mosicas de un tal James Brown et de unos melenudos llamados "The Beatles" o algo asín (juglares todos ellos del gusto de maese Polo et de cuantos con él viaxábamos), arribamos a Vilafranca del Penedès... O al menos eso creíamos.

Porque habéis de saber, queridos lectores, que la salida del Camino Real y la entrada a la Vilafranca del Penedès están cuajadas de ese invento del demonio que llaman "rotondas", et como entre la bella llengua catalana, las sombras de la nocte et la escasez de indicaziones fazían difícil hallar el correcto sendero hacia el albergue juvenil do nos esperaban nuestros amigos, equivocamos un par de veces la senda, nos incrustamos en un soberbio embotellamiento de cabalgaduras en las calles de la vezindad, pedimos consilium et auxilium a los vezinos et al fin, pasada más de una hora de completas, llegamos al campamento sin más novedad. Y eso que no eran pocas para ser el primer día.

Et como estarán vuesas senyorías digiriendo aún tantas aventuras en tan poco espacio, passaremos muy de seguido al siguiente pergamino...